Cultura a tiros
12 Julio 11 - - P. Alberto CRUZ SÁNCHEZ
Roma, 17 de octubre de 1972. El poeta palestino Wael Zwaiter es asesinado en el portal de su casa por miembros del servicio secreto israelí. Le dispararon doce balas a bocajarro. Una de ellas impactó en un ejemplar de «Las mil y una noches» que llevaba en el bolsillo. Estaba trabajando en la primera traducción al italiano desde el original árabe de este mítico texto. Murió por error. Le confundieron con uno de los integrantes del grupo Septiembre Negro, que, en las Olimpiadas de Múnich de 1972, acabó con la vida de 11 atletas israelíes.
Guatemala, 9 de julio de 2011. El cantautor argentino Facundo Cabral es asesinado a tiros en el Bulevar Liberación cuando se dirigía al aeropuerto tras ofrecer dos conciertos. Murió por error. Quienes lo acribillaron tenían por objetivo a su acompañante, el empresario Henry Fariña, quien, aunque grave, ha salvado la vida.
Ambos incidentes, separados por cuatro décadas, están protagonizados por personas que no se conocían entre sí, que vivían realidades diferentes, pero que compartían una idéntica aspiración: trabajar desde la cultura por una sociedad un poco más justa. Y murieron por error. No se puede decir que se interpusieran fatalmente en el camino de las balas: sería una ingenuidad por nuestra parte. La barbarie siempre mata por equivocación. Ninguna de sus balas es acertada: no hay muerte violenta que sea exacta, precisa en su sentido. Aunque –hay que reconocerlo– existe algo fatal en la cultura que la lleva a constituirse en el lugar común de tantos errores del hombre. Y no pretendo insinuar que la muerte de un miembro de la cultura resulte más execrable que la de cualquier individuo. Sería miserable establecer algún tipo de jerarquía en este sentido. Lo que digo, lo que me revienta, es que una persona que «sólo» ha dado a los demás palabras reciba a cambio balazos. Es un error, pero maldita la gracia. La realidad siempre se equivoca en el cuerpo de los inocentes.
FUENTE: LA RAZÓN.es http://www.larazon.es/noticia/6834-cultura-a-tiros
No hay comentarios:
Publicar un comentario